Capítulo 6

Hola! Se suponía que este capítulo era para el finde, pero lo tengo hoy. Es cortito, pero igualmente espero que os guste. Muchos besos!
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-Houl - digo, con la voz entrecortada por la carrera -. Houl, siento haberme ido esta mañana. Lo siento. por favor, dejame volver...
-Entra chica. Ahí fuera hace frío.
Houl me dirige por su casa, hasta que llegamos a una sala con unos cuantos muebles de mimbre. Son viejos, pero también muy cómodos.
-¡Adelaida! - grita Houl.
Una señora menuda con el pelo blanco recogido en un pulcro moño sobre la cabeza entra en la sala.
-Esta es mi mujer, Adelaida - dice Houl -. Querida, ¿te importaría traer una manta? Finch tiene que estar helada. Mientras tanto yo voy a preparar un te de menta.
Adelaida se marcha por las escaleras y Houl se va en dirección a la cocina. Yo me quedo quieta y espero a que vuelvan.
Al rato llega Adelaida con una gruesa manta de lana y me envuelvo con ella. Houl aparece tambien con una tetera y una taza.
Me bebo el té a sorbitos mientras que voy contando lo que ha pasado.
-Houl, por favor, ¿me dejarás volver?
-Claro Finch. Ahora mas que nunca. Y ahora vete a casa y duerme. Mañana muy temprano iré a tu casa.
Me voy a casa corriendo y me tumbo en la cama, arropandome con la sábana. No hace falta mucho para que el sueño me venza.
Estoy en un bosque, pero no es el bosque de casa, los árboles no son los mismos. Sigo mi instinto de supervivencia y me subo a uno de ellos. Cuando llego arriba del todo miro a mi alrededor y veo que el bosque es infinito. Oigo algo. Miro hacia abajo y veo un bebé en el suelo. Bajo corriendo y cuando lo voy a coger suena un disparo.
Me despierto bañada en sudor. Ya no me molesta el hecho de que en nueve meses ya no sea hija única. Ahora me siento obligada a proteger a esa criatura. Si hace falta, protegerla con mi propia vida.