domingo, 27 de octubre de 2013

Capitulo 10

Holaaa!!! Por fin tengo el capitulo 10!!! Siento que sea tan corro, pero es todo lo que he podido hacer. Espero que os guste. Comentad mucho!! Besos!!
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¿Qué? Lobelia no puede ir a los juegos, no duraría ni tres minutos en la Arena. Hay que hacer algo. No puede ir. No es posible.
-Houl, entrenala a ella tambien - digo con determinación.
-Finch, no soy nada habil, solo os retrasare - dice Lobelia preocupada.
-Vale, la entrenare. Mañana a primera hora ire a buscaros.
-Gracias - digo con sinceridad, ya que pense que se negaría.
-Y ahora, largaos de mi casa, que ya es tarde y los viejos necesitamos dormir.
Lobelia y yo caminamos entre las sombras del distrito, procurando que no nos vea ningun agente de la paz. De repente Lobelia se para.
-¿Que pasa Lob?
-Mi casa esta aqui. Sera mejor que me vaya a la cama. Mañana va a ser un dia duro.
-Estas loca si piensas que vas a dormir en esa casa. Seria demasiado para ti. Yo entrare a por algunas cosas tuyas.
Cruzo la puerta y me dirijo a la habitación de Lobelia, que conozco casi tan bien como la mia. Abro el armario y cojo dos pantalones, unas botas, camisetas y una chaqueta. Tambien cojo un pijama, lo meto todo en una bolsa y bajo corriendo.
Le doy la bolsa a Lobelia y seguimos andando. Me sorprendo mucho cuando veo que las luces estan encendidas, a pesar de lo tarde que es. El miedo invade mi cuerpo y me hace pensar con dificultad. Le digo a Lobelia que trepe por el árbol hasta mi habitacion, mientras tanto, yo me asegurare de que no pase nada.
Lo que veo dentro de mi casa me desconcierta por completo.

viernes, 18 de octubre de 2013

Capítulo nueve: El destino de Lobelia.

--- Finch cálmate, Houl está aquí.---Me responde mirándome intentando calmarme.
---¿Qué ocurre? Tengo que hablar urgentemente con él.
--- Tu debes de ser Lobelia, la amiga de Finch. --- dice dirigiéndose a Lob.---Por favor pasad.---Dice mientras nos deja paso por la puerta.
Cuando pasamos, lo primero que vemos es la cocina, o lo que se supone que debería ser una cocina con todos sus accesorios de cocina. Houl y su esposa Adelaida, no es que estén en situación de ayudar a nadie económicamente. Siento un poco de frustración, respecto a su casa, aquel día que viene suplicándole a Houl que volviera a entrenarme en serio, no me fijé en absoluto en todo lo que había colgando del techo, ni las suciedad acumulada en los muebles viejos de enfrente. La puerta se abre y por detrás de esta veo a Houl, apoyándose en una rama a modo de bastón.
---Veo que ya has ido a ver a tu amiga---Me dice girando los ojos hasta mi amiga que está a mi lado.
---Sí. Gracias por avisarme de lo que pasaba. ---Le digo agachando la cabeza. ---¿Puedo acerte una pregunta?
---Claro Finch, todas las preguntas que necesites. ---Me responde con sinceridad mientras se sienta en un sillón rojo aterciopelado.
--- ¿Cómo supiste lo que le pasaba a Lobelia?---Le pregunto.
---¿Ves esto?---Nos dice señalando su tobillo izquierdo.---Esta tarde fui a la plaza y me enteré de una información muy interesante y atractiva. Tuve la incertidumbre de que todo era un rumor, pero ahora estoy seguro. Al parecer el Capitolio piensa tener los próximos juegos del hambre mucho más sangriento. La gente del Capitolio se aburre de siempre ver la misma historia conmovedora de todos los años. Esperan algo distinto.
---Esto no tiene nada que ver con mi pregunta---Replico yo.
---Espera Finch, no a acabado---Me calma Lobelia con unos golpecitos en la espalda.
--- Aprende de tu amiga, ella sabe escuchar.---Me dice un poco más serio de lo normal.--- El caso es que no sólo hablaron de esto sino de la muerte que sufrieron tus padres, todo fue organizado por el presidente Snow.
---Mis padres... eran inocentes.
---Lo sé, es por eso que el presidente Snow mandó arrestarlos. Ahora Lobelia está sola y no tiene a nadie por quién luchar, excepto luchar por ella misma. Pretenden que ella valla a los juegos Finch.

sábado, 12 de octubre de 2013

Capitulo 8

Hola!! Este es el capitulo 8, es un poco corto, pero espero que os guste. Besos!
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-¿Lobelia? ¿Qué le ha pasado a Lobelia? - grito, histérica. La idea de que le haya pasado algo a mi amiga me revuelve el estómago y me impide respirar - Lobelia está bien, ¿verdad?
-Sí, ella está bien, al menos físicamente.
No escucho a Houl, salgo corriendo por la puerta en dirección a la casa de mi mejor amiga, presa del pánico por lo que pueda encontrar. No paro cuando llego a la bonita casa de madera, simplemente entro sin llamar.
Lo que encuentro me desconcierta. Lobelia, está hecha un ovillo entre el raído sillón y la pared, llorando sin consuelo. Me agacho junto a ella y la abrazo con fuerza.
-Lob, tranquila, estoy aquí. Cuentame, ¿qué ha pasado?
-Oh Finch. Ha sido terrible. Yo... No sabía qué pasaba, sólo oía gritos. Después, unos agentes de la paz entraron en mi habitación en mitad de la noche. Dijeron que ya estaba todo hecho y se fueron. Corrí hacia abajo y vi a mis padres, colgados de la lámpara. Muertos. No sé que más pasó, lo siguiente que recuerdo es que me aovillé aquí y ya no había nada colgando del techo. Acaban de terminar los 73 juegos del hambre, pero el año que viene seguro que tendre que ir. Acabaré muerta Finch. Y nadie me echará de menos. Al menos, sé que te tengo a ti.
-Oh, Lob. Todo irá bien. Todo irá bien.
Sería genial saber que eso es cierto, pero nadie puede estar seguro de eso. Y solo hay una cosa que yo pueda hacer. Cadi puedo notar cómo la bombilla se enciende en mi cabeza.
-Lobelia, Lobelia levanta. Vamos Lobelia ven conmigo. Tengo una idea.
-¿Qué es Finch?
-Hay que buscar a Houl.
La cojo de la mano y arrastro a Lobelia por el distrito, hasta llegar a la casa a la que ayer habia corrido bajo la lluvia.
-¡Adelaida! - grito - Adelaida, ¿dónde está Houl?

jueves, 3 de octubre de 2013

Capítulo siete

Capítulo siete

Me levanto de la cama como de costumbre, sabiendo que hoy también habrá entrenamiento con Houl con suerte, ya que le pedí anoche que me diera una oportunidad. Las advertencias de Houl son claras, no puedo volver a fallarle.Me incorporo lentamente mientras me despejo y me estiro en la cama. Cuando ya estoy sentada en el colchón de la cama, cojo los zapatos y me quito el camisón y lo cambio por un mono de trabajo. Salgo de la habitación y bajo las escaleras en dirección a la cocina donde está mi madre.
---Buenos días mamá. 
---Buenos días cariño.
Me siento en la silla y me tomo un panecillo de hace dos días que ya está rancio. Se me desmenuza en las manos y ya no es tan crujiente como antes, sino pastoso y difícil de comer. Termino rápido, antes de que Houl llegue he  interrumpa en casa con sus portazos matutinos. Como era de esperar, Houl ya está llamando a la puerta despertando a mi padre que acaba de bajar las escaleras con la cara hinchada del sueño.
---Abre la puerta antes de que la eche abajo.---Me ordena mi padre.
Abro la puerta como me ha ordenado y le saludo y le invito a pasar.
--- Comadreja, hoy no podemos tener entrenamiento.
---¡No! pero.. aun no hemos entrenado como es debido--- replico yo.
---¿Qué es eso de comadreja? --Pregunta mi padre que está sentado en la silla. Está extrañado.
---No es nada, un apodo. ---Le digo---Pero..¿ porqué no podemos entrenar? ---Digo ahora dirigiéndome a Houl.
--- Hace mal tiempo, y no es bueno.
---Eso no es excusa, los juegos pueden ser en el lugar menos indicado para sobrevivir...
Miro a mi madre que está en la cocina escuchándonos. Pongo toda mi atención en Houl que espero una respuesta astuta, como siempre me ha contestado.
---Recuerda que es sólo un entrenamiento y no son los Juegos.
Estoy destrozada, se suponía que debía entrenarme duro y ser el más severo conmigo y ahora se preocupa de que no coja un gran resfriado. Suspiro indignada y me dispongo a subir a mi cuarto y alejarme de este mal ambiente.
---Finch, hoy no hay entrenamiento, pero eso no significa que te quedes de brazos cruzados.---Me dice Houl muy serio.
---¿Qué quieres que haga entonces?---Pregunto mientras pienso que es lo que se supone que debo hacer en estos momentos.
--- Ve a ver a Lobelia.